Como hoy teníamos el día entero íntegramente dedicado a la Warner nos hemos
levantado un poco más tarde, ya que el parque no abría sus puertas hasta la
once y media, y los chavales han agradecido esa hora de más para dormir, porque
entre las emociones del musical y del viaje de vuelta en autobús parece que
costó coger el sueño...
Durante toda la jornada del viernes los profesores consultábamos cada media
hora las previsiones del tiempo para hoy, y en cada consulta la cosa se ponía
peor: primero lluvia por la tarde, luego lluvia todo el día y en la última
consulta antes de entrar a ver El Rey León la previsión era de tormentas sin
descanso de once a siete.
Sin embargo el tiempo nos ha respetado casi todo el día, excepto por una
espectacular tromba de agua a las dos de la tarde, en la que los profesores
hemos aprovechado para comer y los más valientes, o inconscientes, para
montarse en las atracciones de agua, porque total, de perdidos al río, nunca
mejor dicho.
Afortunadamente el mal tiempo ha hecho que el
parque estuviese medio vacío, y nos hemos podido montar varias veces en todas
las atracciones, e incluso los que al principio tenían más miedo han acabado
abrazando el subidón de adrenalina que provocan las montañas rusas.
Han sido cuatro días intensos en los que los alumnos se han portado como
auténticos campeones, pateando Segovia, Madrid y sobre todo Toledo sin apenas
quejarse. Bueno, quejándose bastante, pero al final siempre con una sonrisa.
Nos quedan un montón de momentos inolvidables, en los que nos hemos reído
a carcajadas, como el teatrillo de la primera noche, o el guía del
Palacio Real, o los gritos de alguna profesora en las montañas rusas.
Algunos han conocido a sus ídolos, otros han disfrutado con el arte de El
Prado; hay quien ya está pensando en hacer El Rey León en el musical del
colegio y quien ha echado de menos más tiempo libre. Y por supuesto, a todos se
les ha hecho corto y habrían querido un par de días más de viaje.
Nosotros, los profesores, volvemos del viaje con el alivio de que todo haya
salido bien, con la alegría de saber que los chicos han disfrutado y se llevan
un recuerdo imborrable y con un poco de pena porque, no vamos a negarlo, también
a nosotros se nos ha hecho corto.